jueves. 18.04.2024
51DnSWFJdcL

De la segunda mitad del S. XVIII hasta comienzos del S. XIX se produce un importante salto cualitativo en la evolución del turismo, de forma que podemos decir que es en este periodo cuando se sientan las bases de tal fenómeno. Se puede decir que el “turismo moderno” comienza a desarrollarse en el S. XIX. A lo largo de esta centuria surgen una serie de personajes que por su actividad se pueden considerar como los fundadores de esta nueva actividad.

Thomas Cook, el padre de las agencias de viajes, y por extensión de la actividad turística, nació en 1.808, en Inglaterra. Desde muy temprana edad se quedó huérfano de padre en el seno de una familia muy humilde, por lo que tuvo que dejar sus estudios para ayudar a su familia. Su primer trabajo fue de tornero, más tarde en una editorial y en una asociación baptista, que le llevó a una tarea de proselitismo y ayuda a los alcohólicos. El 5 de julio de 1841 , año memorable en la historia del turismo, Cook concibió y llevó a cabo la feliz idea de arrendar un ferrocarril para transportar a medio millar de ciudadanos. El viaje de ida y vuelta, Leicester-Loughborough, costó un chelín por persona, y el objetivo era asistir a un congreso antialcohólico. Organizó e hizo todos los arreglos del viaje de unas once millas en tren con vagones descubiertos, que incluía una merienda, la posibilidad de participar en un juego de cricket y la oportunidad de bailar al son de la banda que los acompañó. Persuadir al director del ferrocarril de la Midland Counties para que le alquilase un tren a un precio moderado no debió ser tarea fácil en aquellos años. Cook consideraba que viajar podía mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora. Thomas preparó el primer viaje turístico organizado altruistamente; pero pronto comprendió el inmenso potencial de negocio existente y es así como ese año inicia su actividad como organizador de excursiones. En 1.846 cristalizó un tour con guías de turismo, que es el primero conocido con estas características, y llevó a 350 personas en un viaje a Escocia. Con motivo de la Primera Exposición Mundial, realizada en 1851 y a la que asistieron cerca de 6 millones de visitantes, se calcula que no menos de 170.000 lo hicieron usando los servicios de “todo incluido” de la época de Thomas Cook, lo que puso de manifiesto su extraordinaria capacidad turística. En 1.856 organiza el primer viaje al continente, en 1.866 el primero a Estados Unidos, en 1.872 la primera vuelta al mundo que duró 222 días, con un grupo de 9 personas, y cuyas crónicas fueron publicadas en “El Time” de Londres (según cuenta la historia, fueron las que inspiraron a Julio Verne a escribir su famosa obra “La vuelta al mundo en 80 días”). En 1.878 llevó a 75 mil turistas a visitar la exposición de París. Durante 1.867 inventa el “cupón de hotel” que hoy se conoce como “bono”. Cuando fallece en 1.892 ya su agencia Thomas Cook and Son era la más importante del mundo.

El otro pionero en las agencias de viajes fue el norteamericano Henry Wells quien con William F. Fargo dieron vida a otra de las grandes organizaciones de viajes – American Express- que nació vinculada al transporte de correos y mercancías para convertirse a finales del S. XIX en una organización financiera emisora de cheques de viajes.

Las tradicionales posadas, hostelerías y hospederías revolucionaron su concepto de alojamiento en el siglo XIX gracias a César Ritz que ideó un nueva concepción alojativa. Este pionero procedía también de una familia numerosa y humilde de la pequeña población suiza de Niederwald. Desde pequeño tuvo que trabajar como pastor de cabras. Pero su primer contacto con los hoteles se lo proporcionó el hecho de ser camarero de una posada. En 1.867, pone rumbo a París donde se formó en hostelería y la restauración. Es ya a su regreso a Suiza, contando con 28 años, cuando comienza a dirigir el Hotel Nacional de Lucerna, uno de los mejores del país. Ritz pronto comprendió que había que cambiar el estilo y la gestión en los establecimientos alojativos y uno de los secretos era prestar y crear más servicios. Su fama se fue extendiendo y fue llamado para modernizar y hacer rentables hoteles ruinosos. Fue creando nuevos hoteles y modificando otros con una concepción arquitectónica distinta y funcional. Hoteles como: Gran Hotel de Roma (1.883); Hotel Ritz de París (1.898); Hotel Carlton de Londres (1.899) entre otros, que les dio su estilo singular, cargado de creatividad y servicios con gran calidad. Llegó a dirigir doce hoteles simultáneamente. Uno de sus éxitos fue cambiar las fórmulas y el trato, introduciendo mucha amabilidad y buenas relaciones públicas y humanas. Ideó un nuevo estilo en sus hoteles de Francia, Suiza, Gran Bretaña e Italia, dando pie a la creación de una cadena hotelera, cuyo nombre y solera han llegado hasta nuestros días.

Todos estos grandes del turismo utilizaron el tren como medio de transporte por excelencia para largos recorridos por tierra; no olvidemos que estamos en el S. XIX. Este medio ofrecía grandes ventajas sobre la diligencia aportando mayor velocidad, comodidad y capacidad. Paulatinamente fue mejorando sus servicios haciéndose más confortable. George Mortimer Pullman concibió en 1.860 la idea, en Estados Unidos, de crear el coche salón y crear los servicios de alojamiento en los ferrocarriles. Dicha innovación fue adoptada en Europa una década después. En 1.872 se funda la Compañía Internacional Wagons-Lits, pocos años después fue adoptada en Inglaterra, con la inauguración en 1.880 del primer servicio Pullman en la ruta Londres a Brighton. Pullman fue nombrado en 1.867 presidente de la Pullman Place Company que firmó contratos con la mayor parte de las ferroviarias estadounidenses para fabricar diferentes tipos de vagones. En 1.881, las fábricas de Pullman construían 100 mil vagones para mercancías, 500 para pasajeros y unos 200 coches camas. Pullman murió en 1897. Junto a Pullman debemos citar a Negelmackers que fue quien en 1.872, por un convenio de licencias, promovió la Compañía Internacional Wagons-Lits en Europa, concretamente en Bélgica. Se inauguró la gran red europea de coches cama con las líneas Berlín-Ostende, París- Colonia y París- Viena.

Los pioneros del turismo