jueves. 05.12.2024

Turismo Sostenible

El turismo es uno de los sectores económicos más relevantes en nuestro planeta, con tasas de crecimiento constante. En el 2000, el sector contribuyó, directa o indirectamente, a generar el 12% de la riqueza. Ese mismo año viajaron más de 600 millones de ciudadanos en el mundo para hacer turismo.

Todo esto origina una serie de consecuencias. Entre las negativas más destacables se encuentra el impacto sobre la calidad medioambiental y las perspectivas de desarrollo sostenible de las regiones de destino. Entre las positivas, cabe mencionar los resultados sobre el empleo y el aumento de renta de las zonas de destino como en las de origen.
Los destinos y la industria turística que los rodea dependen no sólo de un medio ambiente intacto, sino también de un entorno socioeconómico firme. Cada vez somos más conscientes de que en el futuro sólo se podrán conseguir si se minimizan los impactos ecológicos, económicos y socioculturales de carácter negativo. Por ello, el modelo de "turismo sostenible" adquiere mayor trascendencia.

Las guías a seguir para un turismo sostenible, se basan en el concepto de "desarrollo sostenible".Que debe cumplir los criterios básicos:

  1. Dar un uso óptimo a los recursos ambientales que son un elemento fundamental del desarrollo, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
  2. Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales y arquitectónicos y sus valores tradicionales, contribuyendo al entendimiento y a la tolerancia intercultural.
  3. Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se encuentren oportunidades de empleo estable y obtención de ingresos y servicios para las comunidades anfitrionas.

“El desarrollo sostenible” del turismo exige la participación informada de todos los agentes relevantes e implicados, así como un liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso. El logro de un “turismo sostenible” es un proceso continuo y requiere un seguimiento constante de los impactos, para introducir las medidas preventivas o correctivas que resulten necesarias.

Debe reportar también un alto grado de satisfacción a los visitantes y representar para ellos una experiencia significativa, que los haga más conscientes de los problemas de la sostenibilidad y fomente en ellos unas prácticas turísticas sostenibles.

Este principio de “desarrollo sostenible” implica tres aspectos básicos:

Compatibilidad ecológica:

El turismo como contribución a la conservación y protección de los ecosistemas. La existencia de parajes naturales y hábitat intactos es y seguirá siendo un requisito básico. Por eso, son necesarias estrategias para la conservación de los recursos, con unos conceptos de planificación medioambiental y paisajística que garantice una mejor compatibilidad con el medio ambiental del turismo y de las actividades relacionadas.

Compatibilidad sociocultural:

El turismo sostenible como contribución al intercambio entre culturas y el entendimiento entre los seres humanos. Los turistas son visitantes de las regiones de destino, pero las regiones no son simples museos. Las regiones son, en primer lugar, el espacio vital de sus habitantes y su función como centro de servicios para el turismo debe tener una consideración secundaria. El turismo debe fomentar la conservación de los valores socioculturales.

Compatibilidad económica:

Se deben perseguir los criterios de un crecimiento económico cualitativo, teniendo en cuenta los costes y los beneficios ecológicos y sociales. El turismo debe contribuir al bienestar de las regiones de destino.

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