martes. 05.11.2024

A su pesar, y por mucho que ha intentado salvaguardar la economía apostando por los confinamientos locales, el primer ministro ha tenido que tomar una decisión que lleva meses diciendo que quería evitar a toda costa. Inglaterra, y, de forma inminente, el resto del Reino Unido, regresará al confinamiento duro de marzo a partir de la semana que viene, aunque, en esta ocasión, los centros educativos, desde guarderías hasta universidades, seguirán abiertos. El cierre total para la sociedad inglesa, que verá cómo vuelve a bajar la persiana de su actividad y vida social, empezará este mismo jueves y no volverá a reabrir hasta, como pronto, el próximo 2 de diciembre.

Solo podrán salir de casa para comprar comida, acudir al médico, hacer ejercicio o ir a trabajar si les es imposible hacerlo a distancia.

Todos los comercios no esenciales y los locales de ocio tendrán que cerrar. Las medidas serán debatidas y votadas por el parlamento el miércoles. Muy criticado durante la primera ola por haber reaccionado tarde y posteriormente por las graves consecuencias del confinamiento en la economía británica, Johnson se había resistido a volver a imponer medidas a nivel nacional.

El Reino Unido es el país más castigado de Europa como más de 46.500 muertes confirmadas por Covid-19.

El sábado superó el millón de positivos: 1.011.660 casos de covid-19 desde principios de año. En este contexto, el primer ministro siguió el ejemplo de sus dos vecinos más cercanos -Francia e Irlanda- que ya tienen a sus poblaciones confinadas.

Así, Johnson se ha visto empujado por sus asesores a frenar la ola disparada de contagios, con la esperanza de poder permitir que las familias se reúnan en Navidad. Estas medidas solo afectan a Inglaterra, porque cada una de las cuatro naciones que forman el Reino Unido decide sus políticas sanitarias.

Los más de tres millones galeses ya fueron confinados hace una semana por su gobierno regional durante 17 días. Mientras la presión subía para que Johnson hiciese lo mismo. Se temen en particular las consecuencias económicas, después de que el FMI avanzase esta semana una caída del 10,4% del PIB británico en 2020, peor de lo previsto.

 

Inglaterra se confina durante un mes