
España vuelve a posicionarse en lo más alto del turismo internacional en 2025 al alcanzar, una vez más, el primer puesto mundial en número de Banderas Azules, con un total de 749 distintivos repartidos entre playas (642), puertos deportivos (101) y embarcaciones turísticas (6). Esta cifra representa dos galardones más que los obtenidos en 2024, lo que no solo consolida una tendencia de crecimiento, sino que también refuerza el liderazgo de España en la promoción del turismo responsable, accesible y medioambientalmente sostenible.
El programa Bandera Azul, desarrollado por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE), está presente actualmente en 52 países de los cinco continentes y distingue anualmente más de 5.000 enclaves costeros en todo el mundo. Estas distinciones reconocen la excelencia en la calidad del agua, la gestión ambiental, la seguridad, los servicios, y la accesibilidad, entre otros indicadores clave para el desarrollo de un turismo respetuoso con el entorno.
En este contexto, España es el país con mayor número de Banderas Azules en playas, con 642 arenales reconocidos, lo que equivale a que una de cada siete playas del mundo con este distintivo se encuentra en territorio español. Este dato no solo refleja el cuidado y la inversión pública y privada en la conservación del litoral, sino también el valor estratégico que tienen las playas para el desarrollo económico y turístico del país.
Además, España se sitúa también como el tercer país del mundo con más puertos deportivos distinguidos con la Bandera Azul, un reconocimiento a la calidad de sus instalaciones náuticas, la sostenibilidad de su gestión y la seguridad que ofrecen a los navegantes y visitantes.
El peso específico de España y Portugal en este programa internacional es muy significativo: juntos suman 1.193 Banderas Azules (749 en España y 444 en Portugal), lo que representa el 23 % del total mundial de estos galardones. Ningún otro espacio geográfico del planeta concentra un número tan elevado de distintivos, lo que convierte a la península ibérica en una referencia mundial en turismo de costa y náutico.
Desde el Gobierno de España, y concretamente desde el Ministerio de Industria y Turismo, se ha subrayado que este logro no es casual. “Muchos destinos repartidos por toda España que hoy reciben la Bandera Azul están ejecutando ahora mismo inversiones a través de los Planes de Sostenibilidad en Destino, que les permitirán mejorar y mantener esta distinción durante mucho tiempo, o a otros alcanzarla por primera vez”, han señalado fuentes ministeriales.

Estos planes, financiados con fondos europeos y estatales, están orientados a mejorar la calidad del agua, modernizar infraestructuras turísticas, renovar servicios públicos en las zonas costeras, y garantizar la accesibilidad universal, uno de los aspectos más valorados por el programa Bandera Azul. El objetivo es consolidar una oferta turística más competitiva, segura y sostenible, que beneficie tanto a residentes como a visitantes.
Más allá de los datos, el liderazgo de España en este ámbito refleja una apuesta firme por un modelo turístico que va más allá del sol y playa. Un modelo que integra la preservación del medio ambiente, el bienestar social y el crecimiento económico, y que sitúa a las personas y al entorno en el centro de su estrategia.
En un momento en el que la sostenibilidad se ha convertido en un criterio fundamental para los viajeros y las administraciones públicas, las Banderas Azules ondeando en las costas españolas no solo representan un símbolo de calidad, sino también un compromiso a largo plazo con un turismo mejor.