sábado. 20.04.2024

Elaboración:

Se guisan las arvejas, unos diez minutos, en agua hirviendo, que sólo las cubra y quede, si acaso, un dedo por encima. Por otra parte, en una sartén, con un poco de aceite, hacemos una salsa a base de la cebolla, el tomate y los ajos. Todo cortado sobre lo basto. Cuando la salsa esté ya medio hecha (los tomates maduros soltarán líquido más que suficiente), se le pone un poquito de orégano y una cucharada de colorante. Se le agrega la sal y un poco de azúcar. Se deja hacer del todo. Luego, se pasa la salsa por un pasapurés o se tritura con una mano de batidora. Se agrega esta salsa a las arvejas hasta que se hagan del todo (tardarán más de media hora, si se quieren en su punto). Antes, se les echa un par de hojitas de laurel. Los huevos cocidos los cortamos en lasquitas con las que no sólo adornaremos el plato, sino que le dan su punto. Además… La palabra arveja es un vocablo castellano absolutamente correcto y muy anterior a la llegada a nuestro idioma del término guisante; en su tiempo, un barbarismo procedente de bisant.

Ingredientes:

750 grs. de arvejas.

Aceite.

Agua.

Sal.

Azúcar.

Colorante.

Una cebolla grande o 2 medianas.

Tres cuartos de kilo de tomates pelados.

4 dientes de ajos.

3 ó 4 huevos.

Orégano.

Laurel.

Arvejas compuestas con huevos duros