Destaquemos: seguridad total en Pekín. Los pekineses son serios y muy correctos.

En Beijing el Hotel Raffles

La República Popular China es el país más poblado del mundo con más de 1.300 millones de habitantes, y el cuarto más grande en cuanto a extensión territorial, tras RusiaCanadá y los Estados Unidos. Poco a poco el país se ha ido convirtiendo en una superpotencia mundial. Les aseguro que en su economía es muy difícil vislumbrar directrices comunistas.

Este año, por el principio de causalidad, he ido involuntariamente a China. Si les digo la verdad nunca había tenido un especial interés por visitarlo, teniendo entre mis prioridades otros tantos lugares extraordinarios de este planeta. Pero se celebro un Congreso en la capital del país del sol naciente y me invitaron a exponer una ponencia sobre turismo internacional.  

Una conclusión rápida; me he quedado tan fascinado y enamorado del viaje que realicé a finales de la estación invernal, que próximamente parto hacia Shanghai al Congreso Mundial de Periodistas. Dicen los que la conocen que esta “Venecia asiática” es aún más espectacular que Pekín. Ya les contaré...

Hablemos del viaje. El primer escollo que hay que resolver es decidir si se va con un viaje organizado o lo organiza uno mismo. Después de las pertinentes contrastaciones, decidí realizarlo a mí medida. Para viajar a Pekín, desde España no hay muchas opciones que se ajusten a precios competitivos. Por lo que al final hay que inclinarse por salir desde alguna capital más europea. En este caso viajé con Air France desde París (+-9,30 horas). Con tiempo se pueden encontrar tarifas de 500 ó 600 euros por persona (ida y vuelta). Los aviones son bastante buenos y el servicio mucho mejor que el de las compañías españolas. Los aviones normalmente van llenos. Tienes la opción de reservar los asientos cuando compras el billete por internet.

Cuando ha decidido este prioritario asunto viene lo más engorroso del viaje. Obtener el visado. Sumamente complicado, por ello hay que hacerlo con 20 días como mínimo de antelación. Ya que la única forma de obtenerlo es a través de la embajada en Madrid o el Consulado en Barcelona. Para ello o se va allí, o se envía por mensajería o a través de las agencias de viajes que tienen empresas que se dedican a estos menesteres. El precio puede rondar, 2 personas 160 euros. A parte es obligatorio para entrar en el país tener el pasaporte electrónicoMi recomendación a las autoridades Chinas es que busquen sistemas menos engorrosos y simplificados, ya que este trámite coarta el viaje.

Teniendo estas diligencias resultas, nos vamos a Pekín. Le sugiero que compre una guía: español-chino mandarín o inglés-chino, ya que uno de los handicap del país es que todavía el inglés no está muy introducido. Para ir de un lugar a otro hay que mostrarle el nombre del lugar en su idioma sinítico.

Pekín o Beijing es la capital y tiene más de 17 millones de habitantes. Es una de las ciudades más grandes de China, tan sólo superada por Shanghai en cuanto a población. También es un importante nudo de comunicación, pues posee múltiples líneas de ferrocarril, autopistas y carreteras. Es reconocida actualmente como el corazón cultural, político y social del país.

Pekín es una ciudad única. Para mí ya tiene poco que envidiar a New York. En un futuro próximo será una de las grandes ciudades del mundo. Les invito a que la conozca.

Cuando llegué al aeropuerto de Beijing, la entrada no fue compleja, ni se alargo en el tiempo, en general son bastante rápidos. Pero como en cualquier otro país hay que tener paciencia. Cuando pase los controles pertinentes y recoja el equipaje, opte por un taxi para ir al hotel. Los taxis son muy baratos al cambio. La mayoría de los hoteles tienen servicio de recogida de clientes en el aeropuerto (extra). De cualquier modo las comunicaciones con el “downtown” son muy buenas.

Destaquemos: seguridad total en Pekín. Los pekineses son serios y muy correctos. Es difícil entablar conversación ya que en general no hablan ingles. Pero son muy serviciales.

Uno de los puntos importantes en este viaje es elegir hotel. La variedad es muy amplia. En general son baratos respecto a los precios en Europa.

El hotel que les voy a mostrar que puede ser uno de los mejores de Pekín, me costó unos 600 euros para 2 personas en HD, durante 7 días. Esto es lo que me cuesta 3 días en el centro de Madrid, entre semana, en un hotel de poca monta (3 estrellas).

Si me cautivó Pekín, el Hotel Raffles aportó a ese enamoramiento un 40%. Es importante escoger un buen hotel y en Pekín hay muchísimos de diferentes categorías y a excelentes precios. Por 900 euros/ persona puede estar una semana (avión, traslado y un buen hotel).

Pekín aparte es la ciudad de las compras, más que Londres o New York, con buenas marcas, calidades y precios muy baratos.

Le recomiendo viajar con una maleta pequeña, con poca ropa y volverá con varias maletas y cargadas de todo: bolsos, trajes y abrigos a medida de las mejores marcas, relojes, productos electrónicos e informáticos, gafas graduadas, bueno... de todo lo imaginable.

El Hotel Raffles Beijing - China (5* lujo), es experimentar el Romance y el esplendor de un pasado de Realeza. En las últimas Olimpiadas allí se alojó toda las familia Real Española y los primeros mandatarios de cada país. En uno de los salones nobles están todas esas instantáneas.

Construido en la década de 1900, el Raffles Beijing Hotel ha permanecido durante mucho tiempo como un icono del patrimonio histórico de Beijing. Sede de muchos eventos políticos y culturales significativos, se ha convertido en una de las direcciones más distinguidas de la ciudad. Una singular mezcla de influencias orientales y francesas, el Raffles Beijing Hotel ofrece una hospitalidad inigualable y un servicio intuitivo en medio de un entorno majestuoso. Tiene 171 lujosas habitaciones decoradas con muy buen gusto con acentos orientales y elegancia francesa, ofrecen una exclusiva morada para los más exigentes viajeros.

Idealmente ubicado en el cruce de la famosa Avenida Chang An y el distrito de Wangfujing, el Raffles Beijing Hotel está en el corazón de los prestigiosos distritos de negocios y comerciales y a pocos minutos de la mística Ciudad Prohibida, la histórica Plaza de Tiananmen, el famoso distrito de compras, Wangfujing y otros famosos lugares. También está a una breve caminata de 15 minutos de la estación de tren de Beijing y a menos de cinco minutos de la estación de metro de Wangfujing. El Raffles Beijing Hotel está ubicado a 35 minutos del Aeropuerto Internacional Capital de Beijing.

Llegar al hotel es respirar historia y trasladarse a las épocas de esplendor. Cuando el taxi llega al hotel, ya no hay que hacer absolutamente nada. Se abren las puertas del taxi, te recogen el equipaje y te acompañan al Hall, donde te invitan mientras que una señorita te hace los tramites de Check in a tomar la mayor variedad de te chino que uno se pueda imaginar, rodeado de belleza arquitectónica. El vestíbulo es espacioso, con una zona de estar contigua: suelos de mármol y alfombrados, plantas y mobiliario elegante. Cuando uno termina de disfrutar de la bienvenida, le acompañan a la habitación y le muestran todos los mecanismos y tecnologías de la misma. Habitaciones muy grandes de cerca de 50m2, con todas las comodidades habidas, cuarto de baño dividido con yacusi, bañera y ducha. Camas enormes y salón en la habitación. Aparte, a mí me tocó con un balcón francés con vistas a la Ciudad Prohibida y la Plaza de Tiananmen. Las habitaciones están decorados con buen gusto, con intrincados detalles decorativos. Disponen de acceso gratuito a Internet de banda ancha. Wifi en todo el hotel.

Tiene dos restaurantes que ofrecen desde cocina francesa hasta platos chinos: Jaan – exclusivo restaurante que sirve la más fina cocina francesa y East 33 – cocina show que crea la mejor comida global adaptada a las solicitudes individuales.

Al Hotel no le falta ningún tipo de servicio, de un alojamiento de ciudad. Y a parte la calidad de los mismos es excelente.

VALORACION GENERAL  9,7

Ponga este viaje en su agenda, le garantizo que esta ciudad engancha.

http://www.raffles.com/beijing/