Birmania es Myanmar

Quizás resulte sorprendente que la mayoría de las personas a las que comenté mi futuro viaje a Myanmar, o a mi vuelta de un magnífico viaje de familiarización con el país, me mirasen asombradas o admitiesen sin pudor que desconocían la existencia de Myanmar.

Quizás no tan sorprendente y justificable ya que hasta 1989 Myanmar era conocido como “Birmania”, protagonista de grandes hechos históricos que lo hicieron famoso bajo el nombre de Burma.

Para entender Myanmar hay que ubicarlo históricamente, geográficamente, política y económicamente.

Si comentas que Birmania fue protagonista y escenario de la película “El puente sobre el río Kwai”, los más avanzados en edad se sonríen recordando tan mítica película. Ficción de tabloide, historia real. Durante la II Guerra Mundial las tropas militares japonesas obligaron a un grupo de prisioneros ingleses a construir un puente de madera, el “Ferrocarril de Birmania” o “Ferrocarril de la Muerte” que uniría Bangkok con Rangún, con el fin de reforzar suministros y tropas para la invasión de Birmania por parte de las fuerzas japonesas. Acontecimiento que acabaría con Birmania a manos de los británicos.


El ingeniero y marino, destacado diplomático Lord Mountbatten, Vizconde de Birmania y desde 1947 elevado a Conde de Birmania, al mando de las tropas aliadas en el Sudeste Asiático contribuyó a la expulsión de los japoneses de Birmania.  Este hecho sin embargo no erradicó hasta 1970 la costumbre de conducir por la izquierda, fecha en que el general Ne Win, tras consultar con un astrólogo cómo cambiar el rumbo del país que viraba demasiado hacia la izquierda, le aconsejó cambiar el sentido de la circulación a la derecha. A día de hoy esto provoca una de las grandes contradicciones del país ya que los coches, mayoritariamente de origen japonés, tienen el volante a la derecha, lo que explica el gran caos “ordenado” circulatorio del país. Pero esto forma parte de uno de los encantos y diversidad de esta tierra llena de contrastes. 

Entre los que participamos de forma activa en la famosa e internacionalmente conocida “movida madrileña”, descubrimos Birmania gracias al desenfadado grupo de música pop “Objetivo Birmania” que tomó su nombre de su homóloga película estadounidense de 1945 protagonizada por Errol Flynn que narra la historia real de la lucha entre tropas americanas y japonesas.   

¿Nos sorprende que Myanmar sea el gran desconocido del Sudeste Asiático?

Situado entre India, China y Tailandia, hasta hace poco Myanmar estaba totalmente cerrado al turismo y a la globalización, debido a una situación política contraria a la apertura al exterior abocando a su economía al aislamiento y a la excesiva dependencia de la agricultura para consumo interno.

Tras años de política convulsa en manos de un gobierno militar autoritario y cerrado, las elecciones del 2015 dieron la victoria al gobierno de Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz en 1991. Actualmente Myanmar mira al futuro con un prisma aperturista, optimista, consciente de que el desarrollo y evolución del país pasa por abrir sus fronteras tanto a la industria como al turismo. Razón y motivos no le faltan ya que Myanmar tiene mucho que ofrecer, cultural, turística y humanamente.

Con 135 minorías étnicas que viven juntas, prima la diversidad en las personas, en la cultura y en la religión con un entendimiento y convivencia envidiables. Pese a la diferencia de filosofía o religión, les mueve la fe. El 90% de la población de Myanmar practica el budismo theravada de origen indio, cuyo objetivo es la liberación del sufrimiento para alcanzar el nirvana.

Las mujeres de Myanmar han tenido un papel importante en el desarrollo del país y su apertura al exterior. Hoy en día existen mujeres emprendedoras, hoteleras, directoras de grandes almacenes, dueñas de restaurantes, negocios comerciales, docentes, atletas y políticas.

Myanmar es rico en cultura, historia, y estructura geográfica diversa. Gracias a sus montañas, costas marítimas, lagos e islas vírgenes ofrece un abanico turístico ideal para ser disfrutado por toda clase de público: infinidad de monumentos milenarios; museos; folclore; artesanía; parques naturales y festivales.

El país con más estupas del mundo, apuesta fuerte por el turismo, entendiendo que éste no sólo es una gran fuente de ingresos sino un contribuyente a la paz y al entendimiento de los pueblos. En una iniciativa más por abrirse al turismo y facilitar la entrada al país, desde el 1 de octubre de 2019 los turistas de seis países (Australia, Alemania, Italia, Rusia, España y Suiza) pueden entrar al país obteniendo el visado a la llegada en los aeropuertos internacionales de Yangón, Mandalay y Nay Pyi.

El Ministro de Hoteles y Turismo de Myanmar, H.E. U Ohn Maung, en el discurso de despedida a los participantes al Fam Trip Myanmar 2019, confirmó: "Seamos sinceros, la industria del turismo es una industria en auge en todo el mundo y nos lo perderíamos si no hiciéramos todo lo posible para asegurar el lugar de Myanmar en el ámbito internacional. Hemos hecho mucho en los últimos 3 años y seguimos comprometidos para crear una experiencia memorable para nuestros visitantes, un medio de vida adecuado para nuestra gente y una oportunidad de inversión para el mundo ".

Una experiencia memorable para el turista sin duda.  Myanmar no sólo encanta por sus innumerables pagodas, templos, estupas, ríos y lagos. Myanmar es su gente, de carácter afable y amable por excelencia; es el pueblo de la sonrisa verdadera, la que sale del alma, la que transmite realmente y sin tapujos el sentimiento de ser bienvenido al país, la que se contagia.

Birmania es Myanmar.  Myanmar es “¡Mingalabar!” ¡Bienvenido a Myanmar! Te sorprenderá.

…continuará…