sábado. 20.04.2024

Las Canarias se encuentran situadas en el extremo noroccidental de África, entre los 29º38' de latitud Norte y los 13º 20' y 18º 10' de longitud Oeste. El archipiélago está formado por siete islas mayores y una serie de pequeños islotes reunidos en el llamado Archipiélago Chinijo.

 

¿Perdidas en el Atlántico?

 

Las Canarias, como espacio geográfico real, aparecen en la literatura antigua cuando Sertorio (s. I a. C.) recoge noticias sobre ellas de unos pescadores gaditanos a donde acudían a pescar de forma habitual.

 

Hasta ese momento, las Canarias se encontraban más cerca del mito que fabricaron los griegos (Islas Hespérides), que de la realidad. Podría pensarse que la lejanía del Mediterráneo, centro político y cultural occidental, retardó su descubrimiento, pero esta lejanía es solo aparente pues existen factores geográficos y culturales que facilitaron en todo tiempo la navegación en el océano atlánticoafricano.

 

De ellos podemos destacar los siguientes.

 

Factores geográficos

 

a) Corrientes y vientos: la propulsión a remo y vela, se vio acompañada de la dinámica de la Corriente de Canarias y los vientos Alisios, para acceder al Archipiélago. El retorno estaba garantizado utilizando la ruta denominada volta de pelo largo.

Según Hesiodo se navegaba en flotilla, durante los 50 días anteriores a la caída de las Pléyades (mitad de septiembre), ayudados por la Osa Mayor y la Estrella Polar.

 

b) Cercanía al continente africano: Fuerteventura apenas se separa cien kilómetros del continente africano y esta proximidad ha propiciado la emisión de diversas teorías sobre el poblamiento de las islas a partir de navegaciones de fortuna llevadas a cabo por poblaciones paleobereberes.

 

c) Área de ocupación: el archipiélago ocupa 7.273 Km2 y presenta un frente a la corriente y viento citado de 450 Km con un fondo de 200 Km.

 

d) Visibilidad: la mayor parte de las islas pueden ser divisadas por los navegantes desde largas distancias gracias a la altura de sus montañas entre las que destacan El Teide con

3.718 m en Tenerife; Roque de los Muchachos con 2.423 m en La Palma; Pico de las Nieves 1.949 m en Gran Canaria; Garajonay con 1.487 m en la Gomera y Malpaso con 1.500 m en El Hierro. Gracias a estas circunstancias desde cualquier isla se divisan al menos tres.

 

e) Por último, la frecuentación del Atlántico al Sur del Estrecho por marinos béticos desde fechas muy tempranas posibilitaría el descubrimiento de las islas. Como veremos, la pesca en aguas aledañas al Archipiélago fueron muy frecuentes y causa de su dscubrimiento y poblamiento.

 

Factores culturales: el entorno

 

Serán los fenicios y luego los púnicos, quienes, con la ayuda de los habitantes de Tartessos y Gadir los que lideren desde el s. VIII a. C. la expansión por la fachada atlántica a través de los asentamientos de Lixus y Mogador. Lixus fue pequeña factoría ubicada en un poblado indígena que poco a poco se irá convirtiendo en el más importante puerto de la zona. Mogador (a 800 Km de Lixus), en cambio, fue un establecimiento estacional de marcado carácter comercial. Los fenicios desembarcaban, pernoctaban y almacenaban las mercancías que intercambiaban con las poblaciones del continente.

 

La explotación de los recursos pesqueros y terrestres canarios

 

El llamado Pseudo Aristóteles (Mir.,136) recoge que los fenicios que habitan como colonos que se llama Gadir, navegando fuera de las columnas de Heracles con viento del este durante cuatro días, llegaron de improviso a unos lugares desiertos, llenos de junco y alga, que cuando había marea baja no estaban sumergidos, (y) cuando había marea alta estaban cubiertos de agua, en los cuales se encontraban una multitud exagerada de atunes e increíble por los grandes tamaños y grosores, siempre que llegan a la costa; salándolos y metiéndolos en vasijas los transportan a Cartago.

 

Este maravilloso lugar de pesca es situado en una zona indeterminada frente a la costa norteafricana que identificamos con los bancos pesqueros submarinos que rodean los archipiélagos de Madera y Canarias y que hace 18.000 años, según el Dr. García Talavera, eran pequeñas islas. Se trata de dos conjuntos de islas sumergidas a distinta profundidad situados paralelamente a la costa africana. El más cercano al continente lo forman Dacia y Concepción, el más lejano, Ormonde, Gettysbur, Ampere y Seine.

 

Siguiendo su recorrido a través de dos líneas imaginarias podemos elaborar dos vías de conexión entre África y la Península y el archipiélago canario. La primera uniría Mogador con las islas más orientales de las Canarias. La segunda con Madeira, Salvajes y las islas occidentales a través de La Palma.

 

Al final de estos largos recorridos nos encontramos siempre con las Canarias y el conjunto del rico banco pesquero canario-sahariano.

 

El asentamiento. ¿Porqué se poblaron las Canarias?

 

Las motivaciones fueron varias y podemos deducir que las más importantes tenían claros fundamentos económicos y expansionistas. La empresa debió ofrecer suficientes incentivos a quienes la emprendieron y financiaron. Es decir, los que concibieron y llevaron a cabo el poblamiento estaban seguros que las islas ofrecían productos – en cantidad y calidad suficientes solicitados por el mercado y que, además, éstos podían ponerse en circulación con un costo asequible, lo que les permitiría competir con ventaja con los del Mediterráneo y Norte de África.

 

Las materias primas ofertadas eran de dos clases, las derivadas del mar, principalmente túnidos, focas y ballenas, púrpura, ámbar... y las derivadas de la tierra, ganado menor, madera, pez, orchilla...

 

Una vez en los mares de Canarias, utilizando las corrientes internas y las proximidades entre las islas ( la mayor distancia se encuentra entre Fuerteventura y Gran Canaria, 86 Km.), es fácil dibujar las rutas seguidas para el asentamiento de los distintos territorios. La vía mas cercana al continente africano, facilitaría el asentamiento de poblaciones en las islas a través de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. La vía atlántica, tomaría como trampolín las islas de La Palma o Tenerife.

 

¿Qué aporta la arqueología canaria?

 

Son pocos los restos foráneos encontrados en las islas y sería un error intentar buscar en las islas reproducciones exactas de formas originarias pues es imposible que esto ocurra. Las producciones canarias son propias, producto del desarrollo cultural isleño, hijas directas de otras culturas pero con diferencias notables resultado de la larga estancia y el aislamiento de las poblaciones insulares.

 

No es ocioso recordar que el s. VI a.C. supone en Occidente la transición del mundo fenicio al púnico, donde Cartago vuelca su actividad sobre la fachada atlántica africana contando con la liga de Gadir en el dominio del Estrecho para conseguir el control de las navegaciones comerciales entre el Mediterráneo y el Océano y para introducir en occidente grupos de poblaciones africanas y cartaginesas que permitieron atenuar los graves problemas demográficos que tiene Cartago.

 

En resumen, el conocimiento y la colonización de Canarias constituyó, sin duda, un largo proceso, con una duración temporal desconocida en sus distintos tramos, donde la localización precedió al descubrimiento y éste al asentamiento y la explotación. Las cronologías canarias más antiguas se encuentran en Tenerife (Cueva de Los Guanches, 820 ± 160 a. C. y 450± 80 a. C.), y La Palma (Cueva de La Palmera, 250 a. C.).

 

Roma en Canarias. Un segundo impulso colonizador.

 

Es indudable que a partir de la colonización fenopúnica, Canarias sufrió todos los avatares políticos de las poblaciones del entorno. Así la destrucción de Cartago tuvo influencias culturales decisivas en la configuración cultural y política en el Mediterráneo. A partir de ese momento, será Roma la que lidere todas las actuaciones en aquellas zonas de inmediata influencia en del devenir de las islas, la Bética (principalmente Cádiz) y Mauritania Tingitana.

 

La presencia romana en las islas está más que atestiguada pues los registros arqueológicos los encontramos tanto en tierra como en mar. A ello hay que añadir, el más que acreditada expedición de Juba II que fue recogida por Plinio quien en exclusiva se refiere a las llamadas “Islas Afortunadas". En sus recorrido de Occidente a Oriente, accede al archipiélago a través de Ombrios (La Palma), adjetivo griego que significa "lluvioso". A continuación Junonia (El Hierro), seguramente recibe el nombre de su advocación a la diosa Juno, para relatar la existencia de Junonia Menor, isla desconocida que según diversos autores pudiera tratarse de una "isla efímera", que estaría emergida en tiempos de la expedición. Capraria (La Gomera) sería la siguiente isla a describir antes de llegar a Ninguaria (Tenerife) para terminar en Canaria (Gran Canaria) la última isla descrita.

 

Independientemente de la desigual descripción de las islas que tanto nos Ayuda en el conocimiento de la geografía insular, la presencia de Plínio, tendría una gran trascendencia en la interpretación geográfica de la ecúmene. Hasta ese momento el merididano 0 estaba situado en Rodas, ahora será desplazado a La Palma, convirtiendo esta isla en el referente geográfico obligatorio. Ello nos lleva pensar que las Canarias, independientemente que la arqueología nos proporcione más o menos materiales, fueron conocidas y utilizadas como referente durante todo el Imperio romano.

                                                              

¿Qué aporta la arqueología canaria?

 

La presencia de ánforas romanas perteneciente a distintos siglos y periodos, nos hablan al menos de frecuentación de estos mares durante largo tiempo por estas poblaciones. Sobre estos restos podría pensarse que pertenecían a meros viajes sin ocupación terrestre pero el descubrimiento del yacimiento de El Bebedero (Lanzarote) y de los Pozos de El Rubicón en la misma isla, confirmación una estadía permanente. Por otra parte, la presencia romana se detecta en innumerables manifestaciones culturales y religiosas recogidas por las denominadas fuentes literarias de la conquista castellana y en las que el proceso transculturativo enmascara hasta hacerlas casi irreconocibles.

 

Turismo Canarias (articulo publicado en la revista nº 19 Turismo de Canarias)

 

Rafael González Antón

Director del Museo Arqueológico de Tenerife.

Doctor en Arqueología

Descubrimiento y Poblamiento de las Islas Canarias