jueves. 28.03.2024

La comunicación familiar y de pareja aumenta en vacaciones y no siempre resulta efectiva, asertiva y conciliadora. A menudo, la escasa formación en esta materia (cómo nos comunicamos en casa y en el trabajo) determina el tipo de relaciones y, en numerosas ocasiones, en julio aumentan las separaciones y en vacaciones los conflictos en las relaciones, según datos del INE. Mercedes Pescador, autora de Comunicación en cuatro pasos (LoQueNoExiste), y creadora del método Sin Vergüenza ofrece una serie de consejos prácticos para evitar tensiones y pasar unas vacaciones tranquilas y en buena sintonía.

1. Practica la escucha activa usando la fuerza del lenguaje no verbal: atender, acompañar, estar presente con el cuerpo, la mirada y la sonrisa. A menudo, seguimos con el cuerpo presente pero la mirada y la atención ausentes. Oímos pero no escuchamos.

2. Mira amablemente: los ojos constituyen la principal guía de atención e interés del ser humano. En la comunicación hay que escuchar lo que el otro dice con las palabras, la mirada, sus gestos, mantener la postura del cuerpo abierto y los brazos en posición de comunicación.

3. Generar conversación pasa por mantener un equilibrio en el mensaje: a menudo, hay personas que prefieren hablar y no practican la escucha. Otras, que hablan poco, acaban aisladas en su propio silencio y generan una barrera de comunicación que provoca aislamiento.

4. Cuida las palabras, eliminando aquellas que producen o pueden producir daños: entender que lo que decimos a la otra persona no es más que nuestro propio juicio y, a menudo, la otra persona actúa como espejo: veo en ti siempre lo que me ocurre a mí. “Si te insulto me estoy insultando a mí misma”, asegura Pescador.

5. Prestar atención a la otra persona solo es posible a través de la comunicación y el lenguaje: el lenguaje corporal y no verbal aportan el 55% de la información del mensaje mediante gestos, posturas corporales, movimiento de los ojos o la respiración. A la voz se le atribuye el 38% de la información del mensaje con factores como la entonación, la proyección de la voz, la resonancia, dicción o tono. Sólo el 7% del mensaje se le otorga a las palabras.

6. Destierra mensajes que hagan referencia a errores pasados: olvida el pretérito perfecto simple -tú dijiste, él dijo, ella dijo- y las palabras con las que suele empezar un reproche. Usar el presente, el gerundio y el futuro.

7. Cambia el reproche por la petición: utiliza expresiones como “me gustaría que” o “sería importante para mí que”, en vez de aquellas que implican una recriminación “¿Por qué nunca hacemos…?”.

8. Escribe los objetivos personales, el tipo de comunicación que se desea entablar y coméntalo: entiende a las personas y las emociones que nos llevan a la comunicación. Descubrirás si hay tristeza, rabia, alegría, sorpresa o enfado en los mensajes.

9. Elimina los “noes” en la medida de la posible, usando un lenguaje positivo e inclusivo. A menudo solemos decir… “¿por qué no haces esto? ¿por qué no vamos a la playa? Sonaría distinto si proponemos con cierto entusiasmo, “vamos a la playa…”·

10. Sé prudente ante las situaciones de máximo deterioro en la comunicación: determina si, después de los esfuerzos, los resultados de la comunicación son efectivos. En algunas ocasiones, conviene tener una “comunicación cero”, ya que el nivel de deterioro al que se ha llegado impide un acercamiento y se requiere reflexión, silencio y espacio.

CONSEJOS PARA COMUNICARSE EN VACACIONES DE FORMA EFICAZ